Sigue sorprendiéndonos la rentabilidad de los espacios de co-working y lo rápido que nacen alrededor del mundo; y aunque tal vez no deberíamos de seguir asombrándonos, es un hecho que grandes compañías han comenzado a desmantelar sus inflexibles reglas para dar paso a la creación de equipos que se la viven conectados, trabajando desde casa o en puntos estratégicos que son funcionales y que facilitan la tarea de tener menos reuniones.

Sin embargo, para muchos freelancers, trabajar desde casa no es una opción y a veces estar colgado del internet de algunas coffee shops resulta poco productivo. Es ahí donde entra la funcionalidad de los espacios co-working, donde la necesidad de sentirse acompañado o experimentar la presencia de otras personas que están en el mismo mood, se ha vuelto vital, además de contar con aparatos o ciertas herramientas que en casa es muy difícil tener.

Los espacios de co-working definitivamente han comenzado a madurar como concepto y han dejado de ser un experimento para convertirse en un modo legítimo de trabajar y compartir espacios para el beneficio de todos los que acuden. Es por eso que las membresías privadas se han vuelto más comúnes, incluyendo el nuevo espacio de co-working: The New Work Project en Williamsburg, Brooklyn.

The New Work Project se encuentra ubicado en el corazón del hub creativo de NY, específicamente en una antigua Castwell Foundry que después se convirtió en la oficina central de Vice Media. Su elegante diseño que juega con los tonos blanco y negro dan una percepción de volumen que juega con el concepto de adultez y madurez.

El espacio fue completamente diseñado por el estudio de diseño basado en Brooklyn, New Design Project y sus detalles se encuentran en todos lados, haciendo de un gran espacio un lugar sofisticado y amplio donde caben alrededor de 75 personas que tienen acceso a ciertos niveles de servicio, dependiendo el precio de su membresía y la constancia de su uso.