¿Cómo comenzó tu negocio de revelado fotográfico?

Comenzó después de que aprendí a revelar mis propios rollos fotográficos. El único lugar que los revelaba a color arruinó todos mis rollos y la calidad de archivos digitales era pésima. Invertí poco a poco en equipo, desde máquinas para revelar, hasta scanners de alta calidad y capacidad. Para justificar la inversión, decidí ofrecer el servicio al público- pensando en que quizá algunas otras personas se habrían encontrado en la misma situación que yo, al tener solo un lugar para revelar en la ciudad.

¿Qué es lo más gratificante de trabajar con fotografía?

El hecho de que me ha vuelto más consciente de lo que sucede a mi alrededor- desde aspectos como la iluminación, texturas y escenarios, hasta gestos y momentos efímeros en la gente.

¿Cómo es la clientela? ¿Qué tipo de fotografía revelan o que tipo de fotógrafos son?

Mis clientes usan la foto analógica por el estilo único que le da a sus fotos, y que es muy difícil imitar correctamente con filtros y cámaras de celular. La experiencia de disparar en film tiene su encanto, de igual manera. La mayoría de los rollos que revelo son de eventos sociales con amigos, viajes y documentación de vida cotidiana. Unos cuantos clientes usan la foto analógica como parte de su trabajo, a veces complementando sus fotos digitales.

¿Qué ha sido lo más difícil de tener un emprendimiento durante la pandemia?

En mi caso, tenía poco trabajo. La mayoría de clientes dispara en eventos sociales y viajes- entonces nadie tenía nada que revelar. Por semanas, no recibí un solo rollo.

¿Qué recomendación le darías a alguien que quisiera emprender en un negocio de revelado de fotografía?

Que aprenda a revelar bien y practique con sus propios rollos. De igual manera, invertir en buenos químicos, un scanner decente y que desechen los residuos de manera responsable. Revelar es una gran responsabilidad. Un rollo de 35mm es el tesoro de un fotógrafo- en él se guardan momentos muy especiales, merecedores de uno de 36 disparos.

Un rollo arruinado suele desilusionar y alejar a una persona de la fotografía analógica. Sé de un par de personas que están empezando con su lab y usan de conejillos de indias a fotógrafos locales (cobrando por su servicio)- lo peor es que cuando arruinan sus fotos, le echan la culpa a los fotógrafos y sus cámaras, sin asumir la responsabilidad.

¿Cómo ha cambiado tu vida desde que tienes este negocio?

Ha cambiado de muchas formas. Mis viajes tienen que durar menos de una semana, porque la clientela está ansiosa por ver sus fotos. Evito observar el contenido fotográfico, pero para entregar buenos resultados tengo que mirar todas y cada una de las fotos de mis clientes- más de mil por semana. Me parece muy curioso ver lo que las personas deciden capturar con uno de sus 36 preciados clics por rollo.

Daniel Flores es empresario, ingeniero de sonido, músico, químico-fotográfico, fotógrafo, organizador de eventos. El Film Lab se encuentra en Mérida, Yucatán, puedes seguirlo en Instagram en @elfilmlab, Tel: 9993340551. Recibe los rollos en una tienda que se llama Fosfore Urban Store @fosfore_mx (Plaza Turín Local #1).