El empoderamiento tecnológico y cultural de la generación post-Millennial y sus desafiantes representantes adolescentes.

La generación Z ha sido señalada como la primera conformada en su totalidad por nativos digitales. Nacieron a partir de 1995 y crecieron bajo un contexto tecnológico de alta definición, con la eficiencia de dispositivos inteligentes como el iPad y la e conectividad propia de las redes sociales -a diferencia de la generación Millennial que solo vivió el desarrollo y mediamorfosis de dichos modelos tecnológicos; como la transición del los formatos de audio y video (del CD al mp3 y del VHS al DVD). Ellos conforman un bloque que creció en la estela de eventos importantes como la clonación de la oveja Dolly, la muerte de Michael Jackson, la epidemia del ébola y la lucha contra el terrorismo.

Conjuntan lo táctil con lo visual (la app y el emoji). Demográficamente significan más de un cuarto de la población en Estados Unidos (aproximadamente 25.9%, de acuerdo al censo del 2010) y el principal objetivo de las empresas de marketing, por su potencial como consumidores de tecnología, moda y cosméticos. De ahí que plataformas como MTV los haya pretendido bautizar como The Founders -al proponer la reconstrucción del mundo tras la disrupción creada por los Millennials (1980-1994)- y agencias de investigación como The Sound se refieran a ellos como “Generation Edge”, por estar justo al borde de un nuevo mundo.

Algunos de sus exponentes en el medio artístico son Lorde, Elle Fanning, Zendaya, Raury, Rowan Blanchard, Amandla Stenberg, Joey Bada$$, Willow Smith y Jaden Smith. Las primeras olas de la Generación Z -en su mayoría hijos de padres pertenecientes a la Generación X (1965-1979)- son los nuevos tastemakers y gatekeepers de la cultura pop; se caracterizan por un pensamiento progresista lleno de recursos enraizados en la inclusión social, la diversidad cultural, la apertura a temas relacionados con la identidad de género y el concepto de la autenticidad. Tienen repercusión sobre la comunidad global, los grupos académicos y la mercadotecnia.

En una entrevista para GQ, el artista de 17 años, Jaden Smith (hijo de los actores Will Smith y Jada Pinkett Smith) descubrió algunos rasgos característicos de los Gen Zers cuando comentó “My whole life is just dedicated on learning and breaking, like, the craziest records of life, and being like one of the craziest human beings to ever exist.” El espíritu de una juventud llena de innovadores y rebeldes que cumple con al menos cuatro factores esenciales para su consolidación: el acceso a la información -con las redes sociales y Tumblr como sus principales fuentes-, la construcción de una comunidad que los represente, un propósito específico, y el apoyo de generaciones anteriores; quienes frecuentemente los observan como mentores en la expresión creativa y el desempeño tecnológico.

De forma paralela, artistas como la neozelandesa Lorde han sido catalizadores de este segmento demográfico. La crudeza de su performance y habilidad para capitalizar los diferentes recursos e influencias musicales a su alcance, la situaron como una mega estrella del pop a los 16 años tras la publicación de su sencillo debut “Royals” en 2013. Por otra parte, hemos presenciado la fortaleza de Gen Zers en redes sociales como Instagram y Twitter; se han convertido en líderes de opinión sobre temas de importancia coyuntural como la denuncia del racismo -en el caso de la estrella de Disney Skai Jackson (de 14 años) contra las manifestaciones xenofóbicas de Azealia Banks hacia Zayn Malik– y el body-shaming del que ha sido víctima la actriz y cantante Zendaya, en diversas ocasiones; ante el cual ha destacado por condenar ‘el imposible y poco realista standard de belleza impuesto a la mujer por los medios y la industria’.

En la música destaca la contribución de provocadores como el emcee sueco Yung Lean -miembro del crew Sad Boys- con su aproximación atípica a la música rap que lo convirtió de ser un fenómeno viral de Internet vía Youtube a los 16 años, a un polarizador del hip hop con un discurso futurista, lleno de ira y realismo. En la misma vena, está el artista de Atlanta, nacido en 1996, Raury, quien ha fundado su propio culto de seguidores a través de ‘guerrilla gigs’ (realizados en estacionamientos fuera de conciertos de Tyler, the Creator y Childish Gambino, como parte de su #Antitour) e impresiones discográficas como “Indigo Child” y su debut “All We Need”; un revolucionario de la Generación Z y genre hopper, que se ve a sí mismo como un pionero y piensa en conceptos como la empatía, el autoconocimiento y la tolerancia como el subproducto de la experiencia online.

La adolescente feminista Willow Smith, también se ha convertido en un referente esencial de la generación post-millennial -como uno de sus integrantes más jóvenes-. El impacto de su faceta como modelo en campañas para Marc Jacobs; su asociación con el colectivo de visionarios de la marca Stance, Punks and Poets; además de su reciente nombramiento por parte de Karl Lagerfeld, como embajadora de Chanel; han complementado el reconocimiento de su obra musical, que comenzó en 2010 con el hit “Whip My Hair” y continuó bajo la tutela del sello de Jay-Z, Roc Nation, con un álbum debut titulado “Ardipithecus”.

A sus 15 años, Willow es un ícono de la moda que no solo representa la conexión de ésta generación con el dominio curatorial sobre las tendencias de la moda, las pasarelas y el mercadeo online; también, representa la visión neutral y receptiva de estos adolescentes hacia temas como el activismo social y la cultura queer. Smith rechaza la noción binaria sobre el género “Males and females are put into boxes of expectation when we are born. As we grow we start to realize the damages that those expectations cause to our spiritual and emotional understanding of ourselves and life.” y celebra la visión disruptiva de su hermano Jaden -quien a manera de statement, ha borrado las líneas en la moda al utilizar faldas en la campaña femenina Spring/Summer 2016 de Louis Vuitton y en publicaciones como Vogue Korea; en un mundo donde el 52% de los jóvenes estadounidense, entre 13 y 20 años, no se identifican exclusivamente como heterosexuales, de acuerdo a nuevo estudio de la agencia J. Walter Thompson Innovation Group.

Jaden Smith no solo ha retado las normas de género, también ha construido una sólida idea de cómo quiere presentarse ante el público: un profeta moderno. Filósofo adolescente en el camino de crear su gran obra y dejar huella en la cultura urbana. La prueba está en su urgencia por experimentar con la mística del hip hop y la estructura de sus versos. Ha madurado como rapero entre colaboraciones con Childish Gambino como “Pop Thieves (Make It Feel Good)”, “Late Night In Kauai” y su cinemático EP de 2015 “This Is The Album”; al mismo tiempo que prepara el lanzamiento de su moderna colección de ensayos sobre la teoría de cuerdas y la teoría del caos “Me and Willow are scientists, so everything for us is a scientific test upon humanity. And luckily we’re put in a position where we can affect large groups of human beings at one time.”

La Generación Z aprendió de manera rápida la dinámica para crear grandes comunidades digitales y enfocarse en la gestación de un cambio. Contiene la idea esperanzadora de una humanidad mejor. Encontramos realismo y cinismo en las palabras de sus integrantes; seguros de la efectividad de una imagen como mensaje y de la importancia del culto a la belleza en todas sus formas y acepciones. Durante los próximos años, veremos su gran impacto económico y las diversas interacciones que surgirán de su encuentro con los Millennials en el campo profesional y creativo; y encontraremos que su empoderamiento tecnológico, curiosidad y determinación ofrecerán un punto definitorio para la ruptura de estigmas sociales y la aceptación de nuevos parámetros demográficos.

Texto colaboración de Miguel Ángel Correa