La Guardia Nacional y el futuro de la seguridad en México
Un cambio que redefine la protección ciudadana, pero ¿a qué costo? La reforma de la Guardia Nacional en México ha capturado la atención del país, mientras que organizaciones de derechos humanos y personas en general cuestionan las implicaciones. De acuerdo a Animal Político, en cinco años, la Guardia Nacional recibió 1,772 quejas por tortura, detención arbitraria y desaparición forzada. Entre las quejas contra la Guardia Nacional hay registros de detención arbitraria, tratos crueles e inhumanos, tortura, y acciones que resultaron en la muerte de personas
Convertir esta fuerza en una parte permanente del ejército ha generado intensos debates sobre el futuro de la seguridad pública, la militarización del país y sus consecuencias. A medida que la seguridad nacional se entrelaza con la vida cotidiana, millones de jóvenes se preguntan: ¿cómo afectará esta decisión a nuestras comunidades y vida diaria?
¿Qué es la Reforma?
Esta reforma propuesta por el gobierno actual implica integrar a la Guardia Nacional, creada en 2019 como un cuerpo civil, a la estructura militar de las Fuerzas Armadas. En un país donde la violencia y la inseguridad son preocupaciones diarias, la medida busca reforzar la lucha contra el crimen organizado. Sin embargo, ha provocado escepticismo entre aquellos que temen que este movimiento signifique una militarización progresiva del país.
A nivel nacional, 59.4 % de la población de 18 años y más consideró inseguro vivir en su ciudad, mientras que 65.1 % de las mujeres y 52.4 % de los hombres respondieron que es inseguro vivir en su ciudad (ENSU, INEGI, 2024).
El objetivo oficial es que la Guardia Nacional mantenga su estructura y objetivos civiles, pero con mayor control militar para lograr mejores resultados. Esta dualidad ha levantado muchas preguntas entre los jóvenes activistas y defensores de derechos humanos.
El impacto en los derechos humanos
Según datos de organizaciones como Amnistía Internacional, el uso militar en tareas de seguridad pública incrementa el riesgo de violaciones a los derechos humanos.
“La reforma de la Guardia Nacional, que refuerza la militarización de la seguridad pública, es alarmante, especialmente para comunidades históricamente vulneradas como mujeres y personas defensoras y LGBTTTIQ+. Este enfoque ha estado vinculado a violaciones de derechos humanos y socava los esfuerzos por crear políticas inclusivas y de protección. Es crucial que se priorice un enfoque de seguridad basado en derechos humanos”.
Edith Olivares Ferreto, directora ejecutiva de Amnistía Internacional México
Según la Encuesta Nacional de Seguridad Pública Urbana (ENSU, INEGI), en el primer semestre de 2024, 14.2 % de la población de 18 años y más tuvo contacto con autoridades de seguridad pública. De estas personas, 47.5 % declaró haber sufrido, al menos, un acto de corrupción por parte del personal perteneciente a dichas autoridades.
El futuro de la seguridad en México
La reforma de la Guardia Nacional no solo puede redefinir el futuro de la seguridad en México, sino que pone en alerta a la relación entre ciudadanía, derechos humanos y el uso de las fuerzas armadas en la vida pública, así como abre la conversación sobre las brechas existentes en justicia, transparencia y respeto de los derechos humanos de parte de las fuerzas de seguridad pública. Y entonces, ¿qué sigue?
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Fotografía de portada Sharon Hahn vía Flickr.