El destino retro clásico por excelencia ha hecho un buen trabajo al detener el tiempo para su cálida gente afro-latina, sus talentosos artistas y sus siempre pasionales escritores.
Estamos ante una ciudad que en algún punto fue el equivalente a Las Vegas de Latinoamérica y, aunque esos años quedaron atrás, no hay que olvidar que los cimientos fueron construidos con disfrute, hedonismo y goce.
Entre los transeúntes, las etiquetas de vestimenta se abren a propuestas de streetstyle sin importar la profesión, sean artistas, estudiantes o constructores.
En los mercados de la Habana sobran excusas para perderse entre puestos y gente amigable; el famoso de la 19 y B es incluso considerado un mercado boutique.
Cuba nos huele a granos de café, a chocolate amargo, pimienta y un espresso recién servido. Notas que fueron atrapadas en la nueva colaboración de Havana Club con The Bitter Truth: Esencias de Cuba, una nueva gama de bebidas inspiradas en Havana Club Añejo 7.