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El futuro de la marihuana

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La legalización del cannabis es más que un cambio cultural, su cambiante estado legal alrededor del mundo no sólo transformará la percepción que se tiene, pasando de un narcótico, a ser el protagonista de una industria millonaria equiparable -y rival- con los mercados del tabaco y bebidas alcohólicas.

En octubre del año pasado, Prohibition Partners (consultoría independiente de inteligencia y estrategia en el mercado internacional del cannabis) estimó que para el 2028 el mercado latinoamericano valdría US$12 mil millones de dólares, (asumiendo que para el año 2023 sea legal en todo el continente), esto contempla el consumo de la marihuana tanto medicinal como recreativa; una oportunidad disruptiva en la economía mundial del cannabis.

Colombia, México, Uruguay y Perú han hecho regulaciones que favorecen la aparición formal de la industria, especialmente para usos medicinales. Sin embargo, las lagunas en los marcos normativos de la mayoría de los países de la región aún siguen siendo una dificultad para terminar de consolidar una industria formal. 

La necesidad de un mercado regulado 

Foto: David Marco Busto / FLICKR

La necesidad detrás de que se consolide una industria del cannabis responde distintos intereses de las personas, por ejemplo es importante contar con etiquetas con información sobre su contenido, como pasa con los productos que contienen alcohol, y son la forma de asegurar que en un buen trago de mezcal, cada ml ofrezca esos 35%-42% grados de alcohol en cualquier parte del mundo donde se consuma, su formalización favorecería la creación de medicamentos más eficientes, y por último, pero no menos importante, también se trata de un principio del libre desarrollo de la personalidad, postura desde donde se basan los amparos anticonstitucionales existentes.   

Siguiendo con el ejemplo práctico del mezcal, después de un par de caballitos su efecto se hace sentir como calidez en el cuerpo, y después de un par más, las ideas en nuestra cabeza pueden parecen más divertidas de lo normal y, para evitar hacer cosas que -normalmente- ni en un millón de años haríamos, cada quien sabe el número exacto de tragos que puede tomarse. Digamos que eso actualmente en la industria del cannabis no es posible. Además de usar las medidas, porciones y presentaciones tan ingeniosas que existen hoy, se requiere conocer el contenido de “THC” o “CBD” dentro del producto, lo cual actualmente es imposible. Como en cualquier producto, sea medicinal o recreativo, se busca un consumo seguro, saber cómo se hizo y exactamente qué contiene. 

 La batalla por la legalización de la marihuana es más política que ética

Foto: David Marco Busto / FLICKR

Los foros de hoy ofrecen conferencias alrededor consumo del cannabis medicinal, desde donde se difunden las opiniones, las diversas posturas políticas de los gobiernos, testimonios de pacientes en terapias alternativas y técnicas y buenas prácticas tanto de productores como de quienes buscan cosechar para productos medicinales y recreativos; la necesidad de una regulación continua fortalecerá la investigación en posteriores ensayos clínicos, en la producción de nuevas clases de marihuana buscando efectos específicos bajo condiciones necesarias en los tratamientos de enfermedades como Parkinson o Alzheimer por mencionar algunos.

Conforme avance la industria, estos ensayos tienen un campo fértil que se espera que de a poco se abran camino entre las farmacéuticas, y en el desarrollo de profesionales en las instituciones educativas interesada/os en el desarrollo de nuevas estrategias para su comercialización, aplicación y uso terapéutico.

La informalidad y en el mercado negro rigen la distribución de productos de cannabis hoy, esto ha hecho que incluso asistir o comprar tratamientos sea algo estigmatizante, lo que abre el debate en muchos aspectos.

Lagunas legales 

Por ejemplo, la aprobación accidental de la producción y venta de canapa industrial en Italia en 2018, tenía unas lagunas legales que permitió que emprendedores aprovecharán el mercado para vender flores de cannabis con bajo contenido de THC. Por un lado, la nueva legislación incluso servía para socavar a la mafia (al regular el mercado de la marihuana) pero por otro, nunca se pensó que menores de edad pudieran legalmente adquirir estos productos con bajo THC conocidos como C-light a una edad menor a la necesaria para comprar cigarrillos; los cálculos sugieren que los sindicatos del crimen de Italia pueden perder al menos de entre 160 y 200 millones de euros al año gracias a C-light.

Legalización en México 

Foto: Nicolás Stulberg

Según el Informe Mundial Sobre las Drogas 2018- realizado por la Oficina de Naciones Unidas contra la Droga y el Delito (UNODC)- México es el segundo país con mayor incautación de marihuana en el mundo, lo que quiere decir que su legalización abriría puertas a un negocio de millones de dólares, sin mencionar los efectos que tendría en la disminución de la corrupción y violencia en el país. 

En el caso de la marihuana recreacional La Suprema Corte de Justicia de la Nación ha deliberado cinco veces desde el 2005 que la imposición de una prohibición del uso lúdico de la marihuana es inconstitucional. Pese a que la Suprema Corte aprobó jurisprudencia para el uso recreativo de la marihuana, la regulación depende del Senado. El dictamen estará listo en octubre, según presidente de la Comisión de Salud de la Cámara de Senadores.

Sugerido: El mercado de la marihuana en México