¿Por qué es tan difícil reciclar el vidrio?
El vidrio es 100% reciclable y se puede separar por su color, maleabilidad, textura o composición, sin embargo de las 2,5 millones de toneladas de envases de vidrio que se tiran anualmente, solamente el 12% se recicla. La razón, demás del bajo precio por el que pagan a los recolectores, es que se necesita que esté completamente libre de etiquetas o elementos externos: el kilogramo no supera los 0,2 centavos de dólar (EFE), a diferencia del PET que cuesta entre 3 y 5 pesos por kg o el aluminio hasta en 17 pesos mexicanos.
Por ejemplo, la organización Cerrando Ciclos, alternativa sustentable para cerrar el ciclo de vida de las botellas de vidrio después de su consumo en Estado de México, acepta donaciones más como promoción del reciclaje, ya que el vidrio desafortunadamente no tiene valor por sí mismo, y únicamente compra vidrio de marcas con envases muy específicos. Aquí hay una lista de preguntas y respuestas frecuentes.
Datos de la UNAM señalan que los 8 materiales más reciclados en el país son el aluminio, el papel, las botellas de PET, botellas plásticas de polietileno de alta densidad, el acero, el vidrio-cristal, el cartón corrugado y las computadoras.
Ahora, otra pregunta interesante: ¿por qué vale la pena reciclar más vidrio?
“El vidrio no contamina a los niveles del PET. Cuando se desintegra sus componentes no son contaminantes, tiene arena y cal, pero lo que sí es contaminante es toda la extracción de la materia prima necesaria y su proceso de producción, ahí es donde está el problema”.
–José Luis Pérez González, director general de la organización Cerrando el Ciclo ( vía AM Querétaro).
De acuerdo a la UNAM, el vidrio reciclado ahorra el 50 % de energía al ser reconvertido en comparación con el vidrio virgen. Reciclar un solo envase de vidrio ahorra la suficiente energía para iluminar un foco de 100 watts por 4 horas.
Información de la Unión Europea (UE) subraya que por cada tonelada de vidrio reciclado se ahorran 130 kilos de combustible y 1.200 toneladas de materia prima. El consumo y la producción sostenibles consiste en poder hacer más con menos. También se trata de desvincular el crecimiento económico de la degradación del medio ambiente, incrementar la eficiencia de recursos y promover estilos de vida más sostenibles.