Texto por Vincent Layer

Escuchar los gritos de los animales en el refugio puede ser una de las cosas más descorazonadoras que una persona puede experimentar. Cada animal está compitiendo por el amor que tan negligentemente le hace falta.

Los animales pueden llegar al refugio por diversas razones. Pueden haber sido abandonados por sus anteriores dueños, criados para pelear con otros perros o simplemente pueden ser animales callejeros. Las circunstancias y la historia de cada animal son diferentes, pero una cosa siguen teniendo en común: la necesidad de un hogar amoroso.

Aunque la adopción se considera la principal forma de ayudar a un animal a salir rápidamente del refugio, algunos pueden no ser capaces de asumir toda la responsabilidad de la adopción. Una persona puede querer ayudar, pero debido a sus circunstancias, no puede seguir el camino de la adopción.

Entonces, ¿qué puede hacer la gente como alternativa para ayudar a estos animales en apuros? Una opción que se ha convertido en un programa crucial dentro de los refugios, desde hace poco, es la acogida de animales.

El acogimiento es cuando una persona asume temporalmente la responsabilidad de un animal, especialmente gatitos y perros, y los acoge en su casa durante un tiempo.

Puede ser desde unos días hasta varias semanas, según las necesidades del animal. Los guardianes de acogida trabajan codo con codo con los voluntarios del refugio para ayudar al animal a prepararse para su familia definitiva.

Un padre de acogida es capaz de dar a un animal tiempo fuera del refugio y crear espacio para más animales en el refugio. Esto es especialmente importante con la actual pandemia de COVID-19, en la que los refugios locales han estado sobrecargados.

El acogimiento también proporciona al animal un tiempo crucial de contacto personal que es muy importante para su recuperación y para la colocación final en un hogar permanente.

“Como adoptante, puedes dedicar toda tu atención a los animales. Los animales que residen en los refugios sólo reciben cuidados ocasionales y a menudo no se les conoce a nivel personal”, dice Micky Yager, voluntario de Kalamazoo Animal Rescue y padre de acogida.

Conseguir que el mayor número posible de animales salgan de sus jaulas y tengan un hogar cariñoso, aunque sea temporal, es la prioridad número uno del refugio.

La acogida puede ayudar a maximizar el espacio en estas instalaciones, ya que muchos de los animales acogidos se adoptan en la casa del padre de acogida o en un apartamento alejado del refugio de animales.

Lo que los voluntarios de los refugios escuchan una y otra vez de los posibles padres de acogida es: “¿Cómo voy a poder devolver al animal después de haberme encariñado con él?”.

Para esa respuesta, la Coordinadora de la Comunidad de la Humane Animal Treatment Society, Dawn Jevicks, dice,

“Es como enviar a tu hijo a la universidad. Sigue siendo duro decir adiós, pero ya sabes, es para mejorar su futuro. Ese es realmente el corazón de estos programas”.

Pensar en acoger a un animal puede tener grandes beneficios. Una de ellas es que puede ayudar no sólo al animal, sino también a los padres de acogida a recuperarse y crecer. A menudo, tras la pérdida de una mascota querida, el propietario intenta llenar el vacío que deja la muerte de su compañero.

Según los voluntarios de HATS, la acogida puede ser una buena manera de alejar la mente de una persona de la pérdida y sentirse mejor al cambiar la vida de un animal que lo necesita desesperadamente. Al ayudar a un animal mediante la acogida, el potencial padre de acogida, a su vez, podría ser capaz de aliviarse de la pérdida de su querida mascota.

¿Cómo puede un padre de acogida mejorar la vida de un animal? La estudiante de la Universidad Central de Michigan, Abbie Slate, ha vuelto a acoger a un animal y explica su experiencia al sacarlo del refugio.

“Recientemente he acogido a otro perro y se llamaba Blaze. Era un Pitbull Terrier Mix de dos años. Básicamente, la razón por la que necesitaba ser acogido era que estuvo en el refugio durante meses y meses sin que nadie presentara una solicitud para él”, dijo Slate.

Nadie prestaba atención a Blaze hasta que Slate empezó a acogerlo. Trabajó incansablemente para que estuviera sano y pudo encontrarle un hogar acercándolo a otros estudiantes universitarios.

El hecho de que Blaze conociera y socializara con estudiantes universitarios acabó siendo muy beneficioso porque, no mucho después, fue adoptado por una estudiante universitaria que se había encariñado con él.

El viaje de Slate con Blaze es sólo una de las muchas historias de acogida.

Aunque la acogida no sea para todo el mundo, ayudar de cualquier manera posible acabará beneficiando enormemente a estos animales.

La compañera de habitación de Slate, que la ayudó a acoger y compañera de la Universidad Central de Michigan, Jessica Tauriainen, tiene un mensaje importante para las personas que puedan estar pensando en acoger.

“Es muy gratificante. Es algo increíble porque beneficia a todo el mundo”, dijo Tauriainen

La acogida se está convirtiendo en un programa importante dentro de los refugios y que necesita más concienciación, según los voluntarios de HATS.

Mientras estos compañeros esperan su hogar definitivo, un padre de acogida que esté dispuesto a abrir su corazón y su hogar puede cambiar significativamente la vida a estos animales.

Los gritos que antes se oían por todo el refugio de estos animales se han apagado gracias a la amabilidad de las personas que quieren marcar la diferencia.

¿Está interesado en acoger a un animal? ¿Buscas más información o diferentes formas de ayudar? Visita hatsweb.org/foster.

Este artículo fue publicado originalmente en el blog de periodismo de Vincent. Lee la entrada en inglés aquí.