Evolucionar o morir, dice el dicho. Eso es lo que estas bandas tuvieron que hacer para mantenerse vigentes.

En teoría, la música es lo más importante de las bandas, pero en ocasiones la forma en la que se visten y peinan llama más la atención de los medios y del público en general. Lo cierto es que como te ven te tratan, y a veces, la apariencia es un factor vital para que las agrupaciones alcancen la popularidad y las grandes ventas que –no dicen pero– esperan conseguir.

El mundo de la música siempre, siempre, ha estado muy involucrado en el de la moda, y viceversa, así que no es de extrañar que conforme pasa el tiempo y las tendencias musicales cambian, la manera en la que sus exponentes se ven tienda a cambiar también. Es una simbiosis que impacta directamente a los seguidores de las bandas y artistas, quienes de inmediato siguen sus pasos.

Dejando atrás elementos como el cabello de colores o los pantalones plastificados para lucir como la moda dicta actualmente, estas cinco se mantuvieron a flote entre un mar de tendencias.

THE HORRORS

La banda inglesa liderada por Faris Badwan comenzó a hacer ruido desde 2005, año de su formación. Sin embargo, más que su música, fue su excéntrica apariencia lo que les llevó a estar en boca de todos. Me atrevo a decir que fueron el ícono emo por excelencia, gracias a esos altos y desenfadados peinados, a sus ultra skinny jeans con cinturones de enormes hebillas y a su maquillaje negro que contrastaba con la palidez de su piel. Todo eso mezclado con su nombre y su punk rock hacía mucho sentido.

No fue sino hasta 2010 que aquello fue desapareciendo, para mostrar a unos integrantes más estilizados. Actualmente The Horrors han abandonado sus lúgubres outfits totalmente oscuros para apostar por playeras de colores básicos, denim jackets y hasta patrones como líneas y flores, sin dejar esos aires de rockstar.

FALL OUT BOY

 Uno de los guilty pleasures de muchos de los que ahora rondamos la mitad de los veintes. Esta bandita inició a principios del milenio, y en 2003 lanzó su primer disco en donde se presentaban como un grupo de amigos punks con ganas de comerse el mundo. Durante esta primera etapa se les veía usando playeras negras, las típicas con logos de otras bandas, gorras de trailero y jeans flojos; se podía notar que se ponían lo primero que encontraban en el clóset. Nunca han sido unos modelos a seguir en cuanto a moda se refiere pero se puede entender si se escucha su música; llena de rebelión y ganas de destruir cosas.

14 años después, se les puede ver con una pinta más ruda, claro, llenos de tatuajes y sincronizando sus atuendos con prendas negras como leather jackets, tank tops para mostrar los brazos y una que otra camisa abotonada hasta el cuello, dándole un toque casual y presentable a su imagen.

MUSE

 La banda con mayor antigüedad de la lista; llevan poco más de dos décadas vigentes, eso es mucho tiempo en cuanto a discos e imagen se refiere. Al vivir de cerca los noventa, no sorprende que se hayan visto influenciados por el grunge, vistiendo camisas a cuadros con playeras blancas debajo, jeans rotos y botas enormes.

Para el inicio del milenio, decidieron cambiar por completo y se apegaron a una tendencia minimalista, usando prendas negras sin detalles, donde lo único que resaltaba era el distinto tono de cabello del vocalista Matthew Bellamy que pasó por el rojo, el azul, el castaño y el negro, por supuesto. Ahora, ya casi en sus cuarentas, abandonaron las excentricidades para mostrar sobriedad y una elegancia rockera que sólo alguien de su talla puede presumir: chamarras de piel y sacos, camisas y pantalones en tonos neutros y oscuros que siempre saben lucir sobre el escenario.

TOKIO HOTEL

Probablemente una de las bandas peor vestidas de la historia. Estos alemanes iniciaron su carrera en 2001, pero fue hasta 2005, justo en el boom emo, que despegaron, en parte, gracias al look de su vocalista Bill Kaulitz, quien se destacó por portar una cabellera enorme, estilizada en picos y con un par de mechones decolorados, mucha sombra en los ojos y una ceja delineada que alzaba en cada fotografía. Muy por el contrario, estaba su hermano gemelo Tom, quien traía rastas y gorras, el resto sólo usaba playeras con estampados de calaveras y motivos similares.

Todo ha cambiado en ellos, su música pasó de ser soft rock con pinceladas punk, a ser el mismo soft rock pero con tonalidades pop y toques electrónicos. Su apariencia se aplacó:

Bill ahora es rubio, se peina “relamido”, usa chaquetas de cuero con tank tops, y muchos aretes con una apariencia muy andrógina. Tom tuvo el gran acierto de quitarse las rastas y sacarle partido a su rostro. En general, todos se alinearon y usan una gama oscura compuesta por playeras, camisas y blazers.

MAROON 5

Cuando la banda californiana se formó en la preparatoria, sus integrantes apenas tenía entre 15 y 18 años. Después fueron a la universidad y fue en ese periodo cuando empezaron a crear los hits que los lanzaron a la fama. ¿El año? 2002. ¿El disco? Songs About Jane. Quizás recuerdas los videos de sus primeros sencillos, donde eran chicos comunes y corrientes de California, usando sudaderas, playeras de colores, jeans y sneakers; un look con tintes skater que les consiguió que muchos adolescentes y chavos se identificaran con ellos.

Con el paso del tiempo su música se transformó de un pop rock con cierta onda a un pop totalmente comercial y elaborado, y claro, su vocalista Adam Levine se convirtió en un sex symbol y prácticamente el rostro de la banda. Fue tal la popularidad que Adam adquirió por su cuenta, que su música pasó a un segundo plano y el resto de los integrantes a un tercero. En pleno 2015 podemos verles en las alfombras rojas vistiendo muy casual playeras básicas en blanco y negro, jeans, bomber jackets o un par de chaquetas de cuero; todo en una vibra muy normcore.

Texto por Carlos Shue