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Guía del corredor empedernido (parte 2): corredores intermedios

Texto: Ivan Peralta

Queridos amigos lectores, los saluda con gusto su amigo provinciano en esta segunda entrega de la guía del corredor empedernido.

Me considero un asiduo corredor (sin llegar a ser el entrenador experto) pero de corredor amigo a corredor amigo, les comparto unos cuantos consejos que me han sido bastante útiles en mis kilómetros recorridos y que muchos de ellos me habrían salvado de una buena deshidratación, de una rozadura de chango cantonés o de sufrir algo que bien podría disfrutarse de principio a fin. 

Es por eso que hoy les traigo los puntos para poder comenzar a correr de manera rutinaria, evitando lesiones, alimentándonos bien y tomando suficiente agua para consentir a nuestros riñones que seguramente deben estar quejándose por los tragos del fin de semana pasada.

Ya que leíste la primera entrega de la Guía del corredor empedernido y tienes la mentalidad de un corredor, toma en cuenta los siguientes consejos:

Hidratación 

Una persona regular debe tomar 2 litros de agua al día; un corredor debe tomar 3 litros para poder recuperar las sales y los minerales que pierda entrenando. En caso de que te cueste tomar agua, imagina que es una cerveza bien helada y dale un regalo a tu cuerpo ingiriéndola. 

Distancia recorrida 

Procura tener un programa de kilómetros donde comiences corriendo 1 kilómetro o 2, así durante algunos días para que acostumbres a tu cuerpo a esa distancia; una vez dominada puedes incrementar poco a poco.

Descanso 

Dale tiempo a tu cuerpo de descansar. Si terminaste un entrenamiento (de la distancia que haya sido) permítele a tu cuerpo que se recupere. Si de una fiesta mortal le das tiempo que se reponga, con mayor razón de una buena corrida.

Duerme suficiente. Un cuerpo descansado responde mejor, entrena mejor y desarrolla mejor los músculos por la hormona de crecimiento que segregamos al dormir. Si por alguna razón te desvelas mucho o de plano no duermes, mi consejo es que pospongas el entrenamiento un día; es mejor reponerse que exponer tu cuerpo a que pueda suceder algo por un sobre esfuerzo.

Alimentación 

Cena ligero pero jamás corras una mañana sin haber cenado una noche anterior. El cuerpo necesita energía para evitar que te puedas sentir mal durante el recorrido.

Come algo ligero antes de entrenar, correr con el estómago vacío hace que quemes calorías pero podrías perder músculo también. Un plátano o un pedazo de pan podría funcionar.

Evita rozaduras 

Intenta utilizar vaselina en las partes donde pueda ocurrir una rozadura innecesaria (se los dice su amigo provinciano que después de un largo entrenamiento acabó como simio y con los tobillos, muslos e incluso pezones tan sensibles que podrían haber llorado con cualquier canción de José José).

Elige la superficie correcta para ti

Correr en carretera es lo ideal para ir rápido ya que existe poca posibilidad de sufrir una torcedura. Una desventaja de la misma es que el pavimento no amortigua los golpes del trote y podría resultar duro para las articulaciones y las rodillas. Algo así como el corazón de tu ex.

Bosque o parque resulta una buena opción por la calidad del aire (y no ir fumando lo que los camiones sacan del tubo de escape) y de igual forma su terreno suave te proporciona una muy buena amortiguación. La parte negativa de este mismo es que aumenta la posibilidad de una torcedura o lesión por las irregularidades del terreno.

Una superficie arenosa te ayuda a que ejercites más los músculos ya que levantas más los pies. Esto podría ocasionar que también sobrecargues los músculos.

Correr en banda (interior de gimnasio o casa) es muy útil ya que es suave, evita que te expongas al sol o a terreno irregular. Una desventaja es que tu cuerpo se acostumbra a ir respondiendo al nivel de exigencia de una máquina y no la que tú mismo puedas ir controlando.

Si corres en avenidas o calles transitadas y llevas audífonos, procura ajustarlos a un volumen bajo para que puedas tener mejor reflejos y cuidado ante situaciones adversas (el niño que se atraviesa, el mal chofer que se pasa un alto, etc).

Ejercicio complementario

Ejercicio complementario para corredores principiantes

Diversifica tu entrenamiento y añádele ejercicio en bici, en alberca o algún deporte que fortalezca de manera continua el centro de tu cuerpo para poder tener mejor apoyo al correr.

Siempre estira todos los músculos antes de entrenar y después de hacerlo. Esto evita futuras lesiones.

Queridos lectores, esto fue un breve repaso de todos aquellos consejos que he dado, que he recibido y que les pido compartan a todos aquellos corredores que empiezan a hacerlo de manera habitual. Ayudemos a que el correr sea visto como una actividad placentera y no como un suplicio del cual escapar.

Nos seguimos leyendo y estoy atento a sus comentarios en mis redes sociales: Instagram y Twitter.

¡Saludos y a correr!