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Por qué son violentos los hombres

La relación entre masculinidad y violencia

Mientras que la masculinidad se construye y hay que demostrarla, la femineidad no, y se define en oposición de lo masculino.

La masculinidad es entonces la serie de mecanismos socioculturales utilizados para demostrar “ser un hombre de verdad”. Algunos autores señalan que la masculinidad y el ejercicio del poder están íntimamente ligados; no sólo en la dominación de las mujeres sino de todos aquellos hombre considerados “feminizados” (hombres mayores, homosexuales, aquellos que no son fuertes físicamente, carentes de recursos económicos, entre muchos otros). 

Los hombres construyen su identidad sobre los ejes de poder y dominio, que son al mismo tiempo una fuente de temor y dolor; generando un gran sufrimiento emocional debido a la represión de las emociones y al esfuerzo constante por colocarse en un lugar de dominio y demostrar poder en cualquiera de sus expresiones.

Hablar de masculinidad se refiere a ese modo considerado legítimo de “ser hombre” (adulto), y se caracteriza por ser heterosexual, por el uso de la fuerza física y el control –represión– de las emociones, marcando la diferencia con las mujeres, quienes son subordinadas de uno u otro modo, aunque sea en el plano del pensamiento. Pero no todos sienten que encajan en estos modelos y cada vez más hombres y mujeres comienzan a desafiar estas normas.

 

¿Por qué vale la pena cuestionar estos modelos?  

Las masculinidades son las multiples formas que existen de ser hombre

Entendiendo las masculinidades, en plural

Aunque los estudios señalan que las mujeres son más propensas que los hombres a sufrir trastornos mentales como la depresión y ansiedad, algunos especialistas no están de acuerdo con los datos reflejados por las estadísticas de estudios epidemiológico, ya que no tienen en cuenta el hecho de que –en términos generales y por una cuestión social– a los hombres les cuesta más trabajo reconocer que tienen problemas psicológicos o emocionales y, por tanto, son más reticentes a pedir ayuda profesional”. Es entonces que hablar sobre estos temas, y la presión directa que tienen los estereotipos de género en los hombres, la concepción del éxito mismo y la gran necesidad de nuevos modelos y referentes masculinos positivos resulta crucial.

 

“El problema con el género es que prescribe cómo debemos ser, en lugar de reconocer cómo somos”.

– Chimamanda Ngozi Adichie